Barber Shop, un concepto de Barbería distinto
En los últimos años el hombre ha vuelto a darle el protagonismo que merece al cuidado de su barba y su cabello. Y nos referimos a ese protagonismo que tenía en la antigüedad y que, con el paso del tiempo, las diferentes modas se lo habían arrebatado.
Esto, sin dudas, es algo que hemos de agradecer en primera instancia a los hipster, una tribu urbana de jóvenes libres y bohemios que le dio un gran impulso a la recuperación del estilismo masculino, especialmente en lo que a barbas se refiere.
El retorno de las largas y bien cuidadas barbas fue lo que devolvió la vida a los espléndidos Barber Shop de Barcelona y otras ciudades del mundo, que nuevamente se han transformado en el reclamo más habitual entre los hombres de cualquier edad.
¿Pero qué es un Barber Shop?
En forma resumida, un Barber Shop es un revival de las clásicas barberías del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Y lo es tanto en su ambientación clásica como en el rescate de su espíritu tradicional.
A día de hoy, los Barber Shop están recuperando la sana costumbre de convertirse en lugares de culto y reunión para los hombres. Conjurando de la mejor manera posible, gracias a sus sofisticados servicios, el estrés y las prisas con las que nos vemos obligados a convivir diariamente.
En una barbería moderna, o Barber Shop en inglés, revivirás la época dorada de las barberías del siglo pasado junto con las más avanzadas técnicas de cortes de cabello y barba. Servicios de barbería, peluquería, centro de estética y también de masajes descontracturantes dados por auténticos profesionales, se unen en un ambiente vintage exclusivo destinado a brindarte lo mejor de ambos mundos.
Como puedes ver, los Barber Shop en Barcelona son un concepto de barbería distinto. Un espacio de sofisticación que tras décadas de olvido, reivindica la exquisitez de las tradiciones y nos da la posibilidad de disfrutar de una experiencia absolutamente personalizada.
¿Cuál es el origen del término Barber Shop?
Los inicios de las barberías o Barber Shop se remontan a la Edad del Bronce, periodo que abarca desde el 3300 a. C. hasta el 1200 a. C. La Edad del Bronce es una etapa
prehistórica en la que se descubre, como su nombre lo indica, el bronce, metal que se obtiene gracias a la aleación del cobre y del estaño.
En esta época se utilizaban piedras bien afiladas como cuchillas. Fueron los egipcios quienes le otorgaron el toque moderno al método de afeitado, tal y como lo muestran sus esculturas en las que se observan faraones y miembros de la alta sociedad afeitados de cuerpo entero. Asimismo, en la cultura romana y griega, los barberos tuvieron una gran relevancia en la sociedad masculina.
Después de varios siglos, en la Edad Media, el Papa Alejandro II prohibió a los sacerdotes el empleo del material quirúrgico que utilizaban en sus operaciones. Esta prohibición dio origen a una suerte de barberías con salas en las que se practicaba la medicina.
Así fue como finalmente la Iglesia delegó en los barberos la práctica de la medicina, pues se habían convertido en expertos en el uso de bisturís y cuchillas. El parlamento británico por fin puso un poco de sentido común y alrededor del año 1450 limitó las intervenciones quirúrgicas de los barberos a las extracciones de muelas, a las sangrías y, como era de esperar, a los cortes de barbas y cabello masculinos. Cualquier otra práctica médica era considerada un delito.
Curiosamente, de estas sangrías surge el barber post o poste de barbero, uno de los objetos icónicos de los Barber Shop de los años 50, que en sus inicios solo mostraba franjas blancas y rojas. El rojo simbolizaba la sangre producto de las extracciones y el blanco simbolizaba a las vendas utilizadas para secar la herida. El movimiento de giro del barber post representaba el baile de las vendas al viento.
No está claro a qué se debe que posteriormente añadieran el color azul. Hay quienes piensan que fue el color que se les asignó a los barberos para diferenciarlos de los cirujanos, mientras que otros creen que el azul representa las venas del paciente. En todo caso, sea cuál sea el origen del barber post, el símbolo nació y continúa vivo aun en nuestros días.
Cuando llegamos al siglo XVII vemos el nacimiento de las magníficas pelucas que utilizaban hombres y mujeres de clase alta. Estas pelucas obligaron a los barberos a mejorar sus técnicas, hecho que plantó los cimientos de los Barber Shop de la actualidad.
La Revolución Francesa terminó con el uso de estas espectaculares pelucas, pero el negocio de los barberos había llegado para quedarse. Eso sí, aún coexistían los cortes de barba, bigote y pelo con las extracciones de muelas y las terribles sangrías. Esto permaneció así hasta mediados del siglo XIX.
El primer gremio de barberos modernos se formó en Chicago, en el año 1924. La Associated Master Barbers of America (AMBA) fue quien dio a los barberos la posibilidad de alcanzar su década dorada, a mediados del siglo XX. En esta época las barberías eran un lugar donde los hombres de todas las edades tenían su punto de reunión y, al mismo tiempo, cortaban sus barbas, bigote y cabello siguiendo los últimos gritos de la moda.
Entre los años 1920 y 1960, los Barber Shop pasaron a ser el lugar de culto por excelencia de los hombres. Un espacio de ocio en el que se reunían con sus amigos para conversar sobre cualquier tema y entretenerse en su tiempo libre. Estas barberías de antaño nos dejaron como herencia una gran cantidad de artículos y complementos que en los Barber Shop de la actualidad lucen como objetos de decoración vintage o retro.
Con el paso del tiempo los Barber Shop se fueron sofisticando cada vez más. Es en el año 1878 cuando la empresa Archer de Saint Louis patentaría la primera silla de barbero reclinable con reposapiés. Los avances en los procesos de fabricación fueron dando lugar a innovaciones tecnológicas que, sin perder su estilo vintage, comenzaron a ofrecer a los clientes los servicios más avanzados. Un ejemplo de ellos son las cómodas sillas de barbero.
¿Qué diferencias hay entre las barberías de hoy y las barberías de hace 30 años?
Como has podido ver, la historia de la barbería es muy extensa y rica en situaciones de todo tipo y color. Sin embargo, su objetivo siempre fue el mismo: mejorar la apariencia de los hombres. Ahora bien, la pregunta que seguramente te estás haciendo es: ¿por qué de repente han adquirido tanta popularidad? ¿Cómo eran las barberías hace 30 años a diferencia de como son ahora?
Lo cierto es que las barberías de la actualidad han evolucionado enormemente y abarcan mucho más que el tradicional salón al cual los hombres iban a cortarse la barba, el bigote y el cabello.
A diferencia de las barberías de hace 30 años, las barberías modernas o Barber Shop ofrecen un espacio distinguido, ambientado en la época dorada de las antiguas barberías. Un lugar al que los hombres van a pasarlo bien, a relajarse del estrés del día a día, a conversar con los amigos, a tomar un café o un trago mientras esperan a que les toque el turno.
Una barbería moderna es un punto de encuentro en el que puedes ser tú mismo y al mismo tiempo recibir los más innovadores servicios que van más allá del cuidado del pelo y de la barba. Asimismo, el nacimiento de la tecnología ha permitido revolucionar la profesión e incorporar los mejores productos de belleza del mercado actual.
En definitiva, en un Barber Shop de Barcelona encontrarás servicios de peluquería y perfilados de barbas y bigotes, masajes relajantes, descontracturantes y deportivos, estética completa que incluye, entre muchas otras opciones, depilación láser de cuerpo entero o por zonas, manicura, pedicura, peeling… y lo que es más importante: de manos de auténticos profesionales.
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